El Sevilla pretende una gran venta antes del 30 de junio para equilibrar el presupuesto de este curso
En el seno del Sevilla se tiene claro que este verano será el momento de salir al mercado con sus mejores jugadores y tratar de obtener las mejores plusvalías posibles. La ventana de enero ha demostrado que hay miembros de ese vestuario con un inmenso valor y que deberán ser vendidos para que las cuentas no sigan engordando un agujero de déficit incontrolable e insostenible en el tiempo. El Sevilla tiene presupuestado en el presente ejercicio, donde incluso avanza que irá nuevamente a números rojos, una cantidad de plusvalías por traspasos de 34 millones. En ese apartado hay que meter el beneficio conseguido por En-Nesyri, Ocampos o Montiel . No las ventas totales, sino el limpio de las mismas, una vez resueltas las amortizaciones pendientes. Por tanto, para igualar esa cifra estimada en el presupuesto, el Sevilla deberá vender antes del 30 de junio. Dependiendo de la cantidad obtenida, o de tratarse de un jugador que fichó o si es de su cantera, podrá igualar ese apartado de ingresos por traspasos, o incluso superarlo, lo que provocaría que pudiese ajustar más dicho presupuesto y que las pérdidas fuesen menores , siendo el camino marcado por el club tras varios años donde apenas se han producido ventas de consideración, aumentando el déficit por una política de rebajar la masa salarial incluso llegando a acuerdos con los jugadores para finiquitar sus contratos sin solución de continuidad, evitando una cantidad de cedidos que tampoco son sostenibles por el precio a pagar en cada préstamos. El Sevilla tiene unos 20 millones destinados a soportar esa masa salarial que no disfruta con las cesiones. Por tanto, si el Sevilla lograse una venta con Lukebakio , su jugador más cotizado, por la cantidad ofrecida por Al-Nasrr en los últimos días del mercado invernal, de 45 millones , la plusvalía se iría por encima de los 30, lo que provocaría un vuelco en esas mismas cuentas, siempre y cuando se cerrase antes del 30 de junio, situación que el propio Sevilla debe controlar e incluso adelantarse a ella. En 2022 sin ir más lejos, la venta de Diego Carlos finalizando el mes de mayo, con la Liga recién concluida, al Aston Villa , ayudó a que las cuentas no fuesen tan desastrosas. Es la última ventana que le quedan a los gestores después de haber cerrado alguna posible salida a mitad de curso. El Sevilla necesita vender mucho y pronto. Del hoyo sólo se puede salir por ese camino.
En el seno del Sevilla se tiene claro que este verano será el momento de salir al mercado con sus mejores jugadores y tratar de obtener las mejores plusvalías posibles. La ventana de enero ha demostrado que hay miembros de ese vestuario con un inmenso valor y que deberán ser vendidos para que las cuentas no sigan engordando un agujero de déficit incontrolable e insostenible en el tiempo. El Sevilla tiene presupuestado en el presente ejercicio, donde incluso avanza que irá nuevamente a números rojos, una cantidad de plusvalías por traspasos de 34 millones. En ese apartado hay que meter el beneficio conseguido por En-Nesyri, Ocampos o Montiel . No las ventas totales, sino el limpio de las mismas, una vez resueltas las amortizaciones pendientes. Por tanto, para igualar esa cifra estimada en el presupuesto, el Sevilla deberá vender antes del 30 de junio. Dependiendo de la cantidad obtenida, o de tratarse de un jugador que fichó o si es de su cantera, podrá igualar ese apartado de ingresos por traspasos, o incluso superarlo, lo que provocaría que pudiese ajustar más dicho presupuesto y que las pérdidas fuesen menores , siendo el camino marcado por el club tras varios años donde apenas se han producido ventas de consideración, aumentando el déficit por una política de rebajar la masa salarial incluso llegando a acuerdos con los jugadores para finiquitar sus contratos sin solución de continuidad, evitando una cantidad de cedidos que tampoco son sostenibles por el precio a pagar en cada préstamos. El Sevilla tiene unos 20 millones destinados a soportar esa masa salarial que no disfruta con las cesiones. Por tanto, si el Sevilla lograse una venta con Lukebakio , su jugador más cotizado, por la cantidad ofrecida por Al-Nasrr en los últimos días del mercado invernal, de 45 millones , la plusvalía se iría por encima de los 30, lo que provocaría un vuelco en esas mismas cuentas, siempre y cuando se cerrase antes del 30 de junio, situación que el propio Sevilla debe controlar e incluso adelantarse a ella. En 2022 sin ir más lejos, la venta de Diego Carlos finalizando el mes de mayo, con la Liga recién concluida, al Aston Villa , ayudó a que las cuentas no fuesen tan desastrosas. Es la última ventana que le quedan a los gestores después de haber cerrado alguna posible salida a mitad de curso. El Sevilla necesita vender mucho y pronto. Del hoyo sólo se puede salir por ese camino.
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