El nuevo portavoz municipal de Vox Salamanca acusa a su predecesor de «uso indebido» de fondos
El nuevo portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca, Alejandro Pérez de la Sota, que asume la responsabilidad después de haber sido destituido quien hasta el inicio de esta semana ocupaba el cargo, Ignacio Rivas, ha aseverado que el único interés que tiene de asumir la portavocía es el de «acceder a las cuentas», ya que tiene sospechas de un uso indebido de la asignación municipal a este grupo. Pérez de la Sota y la también concejala de Vox María de los Ángeles de Carpio -los otros dos ediles de los tres con los que la formación de Santiago Abascal estaba presente en el Consistorio Charro-, acordaron destituir a su portavoz municipal en salmantina por su sospecha del uso indebido de la asignación municipal , aunque no creen que Ignacio Rivas se haya «beneficiado personalmente», sino que lo haya hecho el grupo municipal o el partido. Por el momento, Alejandro Pérez de la Sota y María de los Ángeles de Carpio son los dos concejales que conserva el Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca, mientras que Ignacio Rivas ha pasado al de no adscritos. Aunque la situación podría complicarse aún más, pues ellos mismos no han descartado «que Madrid» les «fulmine» y su marcha obligada «entra dentro de lo posible». Ambos estarían próximos a la corriente crítica que hace unos días llevó a la expulsión del Grupo Parlamentario en las Cortes de la procuradora burgalesa Ana Rosa Hernando y el también salmantino Javier Teira, además de la posterior dimisión a sus cargos del que era portavoz en el Parlamento, el exvicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. En su comparecencia conjunta, recogida por Ep, Pérez de la Sota ha querido desmentir que, como dice le comunicado del partido, hayan tomado esta decisión por intereses personales. «Estoy cansado de escuchar esto, que se ha dicho también con nuestros compañeros Ana Rosa Hernando y Javier Teira. Se expende este bulo, pero que los digan, que no hablen de generalidades. ¿Intereses económicos? Que pongan mi retribución y por mi profesión y por mi cargo al lado de las de cualquiera. ¿Políticos? Cualquiera entiende que si yo quisiera progresar en política, no me enfrentaría al poder, lo que haría sería callarme y atacar órdenes. No tenemos ningún interés de medrar en la política. ¿Personales? A mí me está quitando días de vida y de salud, pero la estoy empleando con gusto porque tengo el orgullo y honor de representar a la ciudadanía», ha cuestionado. Según han asegurado, ambos solicitado en varias ocasiones, desde el pasado mes de diciembre, información de las cuentas detalladas, para conocer la utilización de la asignación económica del grupo municipal. «Se nos ha negado y, sin embargo, hemos tenido indicios racionales de un uso indebido de los fondos que s e habrían utilizado para la adquisición de bienes materiales » ha dicho Pérez De la Sota, quien ha precisado que no habla «de delito, sino de prohibición» por parte del reglamento del Ayuntamiento de Salamanca, ya que cree que ese dinero se ha utilizado para comprar bienes para el partido, «cuando no está permitido». El nuevo portavoz de Vox en el Ayuntamiento se ha comprometido a que cuando tengan el acceso a todas las cuentas del partido, o bien demuestra que sus sospechas eran ciertas, o pone su acta de concejal encima de la mesa y se marcha. Ambos concejales han indicado que esta situación comenzó sobre el mes de junio y julio cuando observaron «una deriva del partido a nivel provincial y nacional que no es comprensible», según el nuevo portavoz de Vox, quien ha apuntado que «se ha traicionado el ideario y los programas» con los que se presentaron a las elecciones. «Hay actuaciones personales hacia representantes políticos de Vox, cargos electos, que no son de recibo» ha expuesto Pérez De la Sota, quien junto a Carpio han explicado que pusieron estos hechos en conocimiento de la Dirección de Madrid y que llevan « siete meses lavando los trapos sucios en casa... pero la lavadora ha saltado por los aires», han añadido. Asimismo, han subrayado que en diciembre se reúnen con el partido en Madrid para tratar de reconducir la situación y la respuesta que recibieron fue: «Nosotros no vamos a hacer nada, haced lo que tengáis que hacer». Ambos concejales creen que fruto de estos movimientos expuestos, «hay una deriva personalista del grupo municipal desde septiembre» ya que se han tomado decisiones que no se han consultado con ellos, y ha puesto como ejemplo una declaración del anterior portavoz de Vox «que denomina al actual gobierno municipal como grupo terrorista cultural» algo que ellos desconocían, por lo que le pidieron que rectificara, a lo que Ignacio Rivas se negó. María Ángeles Carpio, además, ha acusado al presidente del partido en Salamanca, Carlos Menéndez , de no haber contactado con ellos en ningún momento, ni para escucharles, «ni para entender el contexto en el que ha ocurrido». Los dos concejales han añadido que no se van a marchar del grupo y creen que quienes se tienen que marchar «son l
El nuevo portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca, Alejandro Pérez de la Sota, que asume la responsabilidad después de haber sido destituido quien hasta el inicio de esta semana ocupaba el cargo, Ignacio Rivas, ha aseverado que el único interés que tiene de asumir la portavocía es el de «acceder a las cuentas», ya que tiene sospechas de un uso indebido de la asignación municipal a este grupo. Pérez de la Sota y la también concejala de Vox María de los Ángeles de Carpio -los otros dos ediles de los tres con los que la formación de Santiago Abascal estaba presente en el Consistorio Charro-, acordaron destituir a su portavoz municipal en salmantina por su sospecha del uso indebido de la asignación municipal , aunque no creen que Ignacio Rivas se haya «beneficiado personalmente», sino que lo haya hecho el grupo municipal o el partido. Por el momento, Alejandro Pérez de la Sota y María de los Ángeles de Carpio son los dos concejales que conserva el Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca, mientras que Ignacio Rivas ha pasado al de no adscritos. Aunque la situación podría complicarse aún más, pues ellos mismos no han descartado «que Madrid» les «fulmine» y su marcha obligada «entra dentro de lo posible». Ambos estarían próximos a la corriente crítica que hace unos días llevó a la expulsión del Grupo Parlamentario en las Cortes de la procuradora burgalesa Ana Rosa Hernando y el también salmantino Javier Teira, además de la posterior dimisión a sus cargos del que era portavoz en el Parlamento, el exvicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. En su comparecencia conjunta, recogida por Ep, Pérez de la Sota ha querido desmentir que, como dice le comunicado del partido, hayan tomado esta decisión por intereses personales. «Estoy cansado de escuchar esto, que se ha dicho también con nuestros compañeros Ana Rosa Hernando y Javier Teira. Se expende este bulo, pero que los digan, que no hablen de generalidades. ¿Intereses económicos? Que pongan mi retribución y por mi profesión y por mi cargo al lado de las de cualquiera. ¿Políticos? Cualquiera entiende que si yo quisiera progresar en política, no me enfrentaría al poder, lo que haría sería callarme y atacar órdenes. No tenemos ningún interés de medrar en la política. ¿Personales? A mí me está quitando días de vida y de salud, pero la estoy empleando con gusto porque tengo el orgullo y honor de representar a la ciudadanía», ha cuestionado. Según han asegurado, ambos solicitado en varias ocasiones, desde el pasado mes de diciembre, información de las cuentas detalladas, para conocer la utilización de la asignación económica del grupo municipal. «Se nos ha negado y, sin embargo, hemos tenido indicios racionales de un uso indebido de los fondos que s e habrían utilizado para la adquisición de bienes materiales » ha dicho Pérez De la Sota, quien ha precisado que no habla «de delito, sino de prohibición» por parte del reglamento del Ayuntamiento de Salamanca, ya que cree que ese dinero se ha utilizado para comprar bienes para el partido, «cuando no está permitido». El nuevo portavoz de Vox en el Ayuntamiento se ha comprometido a que cuando tengan el acceso a todas las cuentas del partido, o bien demuestra que sus sospechas eran ciertas, o pone su acta de concejal encima de la mesa y se marcha. Ambos concejales han indicado que esta situación comenzó sobre el mes de junio y julio cuando observaron «una deriva del partido a nivel provincial y nacional que no es comprensible», según el nuevo portavoz de Vox, quien ha apuntado que «se ha traicionado el ideario y los programas» con los que se presentaron a las elecciones. «Hay actuaciones personales hacia representantes políticos de Vox, cargos electos, que no son de recibo» ha expuesto Pérez De la Sota, quien junto a Carpio han explicado que pusieron estos hechos en conocimiento de la Dirección de Madrid y que llevan « siete meses lavando los trapos sucios en casa... pero la lavadora ha saltado por los aires», han añadido. Asimismo, han subrayado que en diciembre se reúnen con el partido en Madrid para tratar de reconducir la situación y la respuesta que recibieron fue: «Nosotros no vamos a hacer nada, haced lo que tengáis que hacer». Ambos concejales creen que fruto de estos movimientos expuestos, «hay una deriva personalista del grupo municipal desde septiembre» ya que se han tomado decisiones que no se han consultado con ellos, y ha puesto como ejemplo una declaración del anterior portavoz de Vox «que denomina al actual gobierno municipal como grupo terrorista cultural» algo que ellos desconocían, por lo que le pidieron que rectificara, a lo que Ignacio Rivas se negó. María Ángeles Carpio, además, ha acusado al presidente del partido en Salamanca, Carlos Menéndez , de no haber contactado con ellos en ningún momento, ni para escucharles, «ni para entender el contexto en el que ha ocurrido». Los dos concejales han añadido que no se van a marchar del grupo y creen que quienes se tienen que marchar «son los otros, los que utilizan el proyecto y no defienden los valores fundacionales de Vox », han apuntado. La única forma de que se marchen, han asegurado, es que una vez estudiadas las cuentas, sus sospechas «no fueran ciertas».
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