El estado de salud del Papa Francisco sigue mejorando y mantiene su actividad laboral

El estado de salud del Papa Francisco continúa mejorando y mantiene su actividad laboral, según ha informado este jueves por la tarde la Santa Sede en un comunicado. "Las condiciones clínicas del Santo Padre están mejorando ligeramente. Se encuentra afebril y los parámetros hemodinámicos continúan estables", han señalado desde el Vaticano. La Santa Sede también ha explicado que Francisco ha recibido por la mañana la Eucaristía y "posteriormente se dedicó a sus actividades laborales". El estado de salud del Pontífice dio a última hora del miércoles señales de una "leve mejoría" tras los últimos análisis de sangre evaluados por el personal médico. Francisco, de 87 años, fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el pasado viernes a consecuencia de una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral. La enfermedad ya le afectaba desde hacía varias semanas y le obligó a cancelar varias citas públicas. La neumonía bilateral El impacto de la enfermedad que ha padecido el Pontífice depende de la persona que la sufra, ya que en aquellos pacientes con patologías respiratorias previas -como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)- o en los inmunodeprimidos, las consecuencias pueden ser más graves. Existen diferentes síntomas que, a nivel general, comparten todos aquellos que la padecen. Entre estos, destaca la tos, dolor en el tórax, fiebre y falta de aire, así como dolor de espalda localizado y agudo. No obstante, es importante señalar que, en algunos casos, los pacientes son asintomáticos, es decir, no sufren ningún síntoma. Para estos, es necesario un oxímetro que permita medir la saturación de oxígeno en reposo y en movimiento cada 6 horas. Si esta es igual o inferior a 95% será necesaria la atención médica para administrar una mascarilla de oxígeno. Por norma general, el tratamiento de las neumonías bilaterales bacterianas es a base de antibióticos. Dependiendo del tipo de germen que se haya detectado, se precisará un antibiótico u otro, aunque en la mayoría de los casos no es necesario detectar el germen específico. Como la mayoría de los aspectos, las secuelas de la enfermedad también dependerán de la persona, su estado de salud habitual o su edad, entre otros. A pesar de recibir tratamiento, algunos síntomas como la tos o la fatiga podrían ser persistentes. Sin embargo, existe la posibilidad de que las consecuencias se compliquen. En los casos más graves, se podría sufrir un derrame pleural, acumulación de líquido entre los pulmones y la pared torácica; absceso pulmonar, cuando se forman bolsas de pus dentro o alrededor de los pulmones; sepsis, respuesta inflamatoria de todo el organismo que puede provocar la muerte; o insuficiencia respiratoria, que podría requerir ventilación mecánica.

Feb 20, 2025 - 21:38
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El estado de salud del Papa Francisco sigue mejorando y mantiene su actividad laboral
El estado de salud del Papa Francisco continúa mejorando y mantiene su actividad laboral, según ha informado este jueves por la tarde la Santa Sede en un comunicado. "Las condiciones clínicas del Santo Padre están mejorando ligeramente. Se encuentra afebril y los parámetros hemodinámicos continúan estables", han señalado desde el Vaticano. La Santa Sede también ha explicado que Francisco ha recibido por la mañana la Eucaristía y "posteriormente se dedicó a sus actividades laborales". El estado de salud del Pontífice dio a última hora del miércoles señales de una "leve mejoría" tras los últimos análisis de sangre evaluados por el personal médico. Francisco, de 87 años, fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el pasado viernes a consecuencia de una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral. La enfermedad ya le afectaba desde hacía varias semanas y le obligó a cancelar varias citas públicas. La neumonía bilateral El impacto de la enfermedad que ha padecido el Pontífice depende de la persona que la sufra, ya que en aquellos pacientes con patologías respiratorias previas -como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)- o en los inmunodeprimidos, las consecuencias pueden ser más graves. Existen diferentes síntomas que, a nivel general, comparten todos aquellos que la padecen. Entre estos, destaca la tos, dolor en el tórax, fiebre y falta de aire, así como dolor de espalda localizado y agudo. No obstante, es importante señalar que, en algunos casos, los pacientes son asintomáticos, es decir, no sufren ningún síntoma. Para estos, es necesario un oxímetro que permita medir la saturación de oxígeno en reposo y en movimiento cada 6 horas. Si esta es igual o inferior a 95% será necesaria la atención médica para administrar una mascarilla de oxígeno. Por norma general, el tratamiento de las neumonías bilaterales bacterianas es a base de antibióticos. Dependiendo del tipo de germen que se haya detectado, se precisará un antibiótico u otro, aunque en la mayoría de los casos no es necesario detectar el germen específico. Como la mayoría de los aspectos, las secuelas de la enfermedad también dependerán de la persona, su estado de salud habitual o su edad, entre otros. A pesar de recibir tratamiento, algunos síntomas como la tos o la fatiga podrían ser persistentes. Sin embargo, existe la posibilidad de que las consecuencias se compliquen. En los casos más graves, se podría sufrir un derrame pleural, acumulación de líquido entre los pulmones y la pared torácica; absceso pulmonar, cuando se forman bolsas de pus dentro o alrededor de los pulmones; sepsis, respuesta inflamatoria de todo el organismo que puede provocar la muerte; o insuficiencia respiratoria, que podría requerir ventilación mecánica.