El Congreso inicia la cuenta atrás para debatir las iniciativas para torcer el brazo a Montero, que tendrá 30 días para decidir si las veta

PSOE y Sumar dan un paso más hacia un choque parlamentario que todo el mundo asegura querer evitar, pero que poco a poco se va acercando. Este martes, el Congreso...

Feb 18, 2025 - 06:41
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El Congreso inicia la cuenta atrás para debatir las iniciativas para torcer el brazo a Montero, que tendrá 30 días para decidir si las veta

PSOE y Sumar dan un paso más hacia un choque parlamentario que todo el mundo asegura querer evitar, pero que poco a poco se va acercando. Este martes, el Congreso calificará —es decir, certificará que están correctamente presentadas y listas para ser debatidas— las tres proposiciones de ley registradas por PP, Sumar y Podemos para revertir la decisión de Hacienda. Y esa decisión, meramente burocrática, supondrá el pistoletazo de salida a una cuenta atrás de 30 días para que el Gobierno ejerza (o no) su prerrogativa de veto, que le permitiría bloquearlas arguyendo que suponen una merma de los ingresos del Estado. No obstante, Moncloa tiene muchas dudas sobre la conveniencia de dar este paso, y tanto el PSOE como Sumar aspiran a alcanzar un acuerdo antes de un mes para evitar una confrontación parlamentaria directa.

La calificación de las tres proposiciones de ley se producirá exactamente una semana después del sorpresivo anuncio de Hacienda de que no elevaría el mínimo exento de tributación en el IRPF tras la subida del salario mínimo, lo que en la práctica implica que los perceptores de este sueldo tendrán que tributar una parte importante del incremento de 50 euros aprobado. Apenas unas horas después de ese anuncio —que según la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz no fue comunicado previamente a Sumar y tampoco al resto de ministros del PSOE por la vicepresidenta primera María Jesús Montero— el PP, Podemos y Sumar registraron tres iniciativas en el Congreso, ligeramente diferentes pero con un mismo objetivo de fondo: revertir la decisión de Hacienda.

Calificar las iniciativas en la Mesa de la Cámara Baja no es más que un primer paso que en ningún caso implica que queden aprobadas, puesto que el contenido de las mismas ni siquiera va a ser debatido. Este martes, el órgano únicamente tiene la misión de comprobar que los textos se ajustan al reglamento y a la Constitución, algo que parece evidente en este caso. Pero la calificación por parte de la Mesa es importante porque supone el inicio de una cuenta atrás de un mes para que el Gobierno pueda vetar el debate de estas iniciativas: se trata de una prerrogativa que puede ejercer el Ejecutivo con las proposiciones de ley que, como estas, implican "disminución de los ingresos presupuestarios".

Bloquear el debate de las tres proposiciones de ley evitaría a la Moncloa tener que defender en sede parlamentaria una medida tan impopular para el electorado de izquierdas como la de forzar a pagar IRPF a los perceptores del sueldo más bajo que se puede cobrar en España de manera legal. Pero también supondría un choque de importantes proporciones con Sumar, porque no es nada habitual que un socio de Gobierno vete a otro debatir sus iniciativas en el Congreso, incluso cuando no está de acuerdo con ellas.

Además del choque político, un eventual veto de Hacienda a las proposiciones de ley podría no sobrevivir mucho tiempo, puesto que fuentes parlamentarias abren la puerta que la Mesa pueda levantarlo con la mayoría que reúnen el PP y Sumar. Técnicamente, dicho órgano tan solo tiene la capacidad de examinar que la decisión del Gobierno de impedir el debate de una iniciativa se ajusta a derecho y está correctamente motivado. Pero lo cierto es que la Mesa del Congreso es un órgano político en el que se toman constantemente decisiones que van más allá de los meros pasos burocráticos, y el PSOE se encontraría en minoría para mantener ese veto.

El objetivo, evitar el choque en el Congreso

Fuentes de la Moncloa, en cualquier caso, prefieren ser cautas y se muestran poco convencidas sobre la conveniencia de bloquear el debate de las proposiciones de ley, incluso estando en desacuerdo con ellas. Otras fuentes del PSOE, en este caso de Ferraz, aseguran que su "postura es firme", pero también que "queda mucho" para llegar al escenario en el que habría que valorar si ejercer o no un veto desde Hacienda. Y algunos dirigentes sostienen que podría ser peor el remedio que la enfermedad, puesto que el hecho de que una parte del Gobierno vetase a la otra trasladaría una imagen de choque frontal que los socialistas quieren evitar.

En público, de hecho, las dos almas del Ejecutivo apelan a la necesidad de alcanzar un acuerdo antes de que la colisión parlamentaria sea inevitable. El ministro de Transportes, el socialista Óscar Puente, afirmó este lunes que no comparte algunas declaraciones de Díaz, pero que confía en que las diferencias entre PSOE y Sumar se solucionen "dialogando", "como se solucionan las diferencias entre partidos que son diferentes y que forman parte de un mismo Gobierno, pero que tienen en algunas cosas planteamientos e ideas diferentes".

En la misma línea se expresó este lunes por la mañana la vicepresidenta Díaz, que insistió en que su prioridad, hoy por hoy, sigue siendo alcanzar un acuerdo con Hacienda, aunque también avisó de que, si María Jesús Montero no se aviene a negociar, Sumar piensa llevar a debate la iniciativa que registró en el Congreso la semana pasada para obligarla a dar marcha atrás. Pero "lo sensato", sostuvo Díaz, sería no llegar a ese choque parlamentario y solventar el asunto en el seno del Gobierno.

Montero y Díaz han coincidido este lunes por primera vez desde que se produjo el choque en el seno de la coalición. Lo hicieron en la presentación de la serie 'La conquista de la democracia', donde han querido mostrar sintonía al posar juntas a la entrada e incluso compartir un abrazo. En declaraciones a los medios, Montero ha insistido en que su postura es que estos perceptores tributen y ha apelado al "diálogo", mientras Díaz ha negado una crisis entre los socios de Gobierno.