Detenido un empresario agrícola por la desaparición en 2021 de un temporero que trabajó para él
El mismo jefe ya fue condenado a dos años y medio de cárcel y 11.400 euros de multa por explotación laboral.

La Guardia Civil ha detenido este lunes en la provincia de Jaén a un hombre de nacionalidad española como presunto responsable de la desaparición forzosa de Ibrahima Diouf, un joven senegalés que desapareció en enero de 2021 en la localidad jienense de Villacarrillo y que habría trabajado para el arrestado en la recolección de la aceituna, según han indicado fuentes de la investigación.
La investigación está dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Villacarrillo, "cuyas diligencias están declaradas secretas", según ha informado el Instituto Armado. El empresario agrícola ha centrado las numerosas búsquedas relacionadas con el caso, además de ser objeto de investigación en la desaparición de otro temporero en 2023, aunque fue absuelto en el juicio.
El arresto supone un avance en la investigación que la Unión Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil mantiene activa para tratar de esclarecer qué ocurrió con Ibrahima Diouf, de 33 años y que fue visto por última vez el 5 de enero de 2021 en Villacarrillo.
Desde su desaparición, la UCO ha llevado a cabo labores de búsqueda en las propiedades del investigado. En los últimos trabajos sobre el terreno, se desplazaron hasta la localidad una treintena de agentes que rastrearon "palmo a palmo" al paraje conocido como Arroyo los Pozuelos, situado en la salida del polígono industrial del municipio.
Además, en mayo de 2023 la Guardia Civil pidió la colaboración ciudadana para esclarecer el caso. Argumentaron que sería de gran interés para la investigación disponer de cualquier material gráfico, tanto fotos como vídeos, grabados en la vía pública durante los días de la desaparición. Sin embargo, pese a la llamada a la cooperación, tampoco se encontró ninguna pista que arrojara luz en el caso.
El juicio
El empresario ya estuvo arrestado en el pasado por la desaparición en 2013 de un temporero maliense que trabajaba para él y cuyo cuerpo sigue sin aparecer. Se trataba de Tidiany Coulibaly, de 22 años, a quien se perdió el rastro después de que él y otros trabajadores mantuvieran una discusión con el jefe, que acabó siendo absuelto del delito de desaparición forzosa.
La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén lo condenó, sin embargo, a un año de cárcel y a pagar una multa de 4.200 euros por un delito contra los trabajadores, que "eran explotados". También lo penalizaron con otro año y medio de prisión por un delito contra la Administración de Justicia junto a otra multa de 6.000 euros.