¿Cómo afectaría a la Tierra el celestial gigante de Marvel? Eso es lo que dice la ciencia

Estamos a 2021 y sale en la gran pantalla la película Los Eternos, que adapta a un elenco de personajes del universo Marvel en una nueva aventura, intentando aprovechar el tirón que han tenido todas sus creaciones hasta la fecha. El problema es que desde el chasquido, no sé vosotros, algo no funciona. Igual es que el popurrí de nuevas películas no está a la altura, que los guiones flojean junto con los efectos especiales, o que ahora todo lo relacionado con superhéroes tiene que ser brutalmente brutal para que nos haga mella, como sucede con la aclamadísima The Boys. Sea como fuere, esta película es entretenida. No te va a descubrir el umami cinematográfico, pero se deja ver. El problema son sus consecuencias argumentales, que son colosales. Nunca mejor dicho.

Actualmente, en 2025, se estrena Capitán América: Brave New World y tenemos a LA CONSECUENCIA como uno de los motivos principales de la trama, el celestial Tiamut. Que salió de la Tierra y ahí se quedó, petrificado y con una postura que clama ‘aquí me habéis dejado pues vale’. No han sido pocos los que me han preguntado si Tiamut afectaría a la Tierra de alguna manera y, lógicamente, al ser tan grande, algo hace. ¿Modifica el peso de nuestro planeta? Diría que no, porque el Eterno sale de dentro de ella, pero por contar una curiosidad muy interesante sobre ‘qué pasaría si un Celestial se quedase pegado a la tierra’ voy a suponer que es un peso añadido a la superficie terrestre y dejar que la física siga su curso.

La física de un Titán emergente en la tierra

Esta parte del artículo son, literalmente, recuerdos de Vietnam, de una asignatura de la carrera que muchos compañeros hemos sufrido (y disfrutado porque nos gusta sufrir, hay que admitirlo). En ‘Mecánica y Ondas' teníamos que estudiar muchos conceptos físicos, pero uno de ellos, menos glamuroso que astrofísica o física cuántica pero tan necesario como saber atarte los cordones de las deportivas para no reventarte los dientes contra el cemento, es el de los momentos de inercia, una medida que indica cuán difícil es cambiar la velocidad de giro de un objeto. Un ejemplo claro es girar con pesas en las manos. Si empiezas a girar sobre ti mismo, teniendo el eje de giro vertical respecto del suelo, y sostienes las pesas con los brazos extendidos, es más difícil girar rápido porque el momento de inercia es mayor, pero si las traes cerca del pecho giras más rápido porque el momento de inercia disminuye.

Si dos objetos tienen la misma masa, pero uno la tiene más distribuida lejos del eje de rotación, su momento de inercia será mayor, lo que significa que necesitará más esfuerzo, es decir, más fuerza, para empezar a girar o para detenerse.

Un disco sólido y un aro con los mismos kilos y mismo radio, es decir, misma distancia al centro, girando alrededor de su eje tendrán momentos de inercia diferentes. El aro tiene más masa distribuida lejos del centro, por lo que su momento de inercia es mayor y habría que hacer más esfuerzo para hacerlo girar o frenarlo.

La Tierra tiene su propio momento de inercia precisamente por girar, pero la aparición de Tiamut es un añadido que puede afectarla. al fin y al cabo es un ser enorme con una masa colosal que aparece en la superficie del océano Índico. Y la física tiene claro que si agregamos masa en su superficie, cambia su momento de inercia y, por ende, su velocidad de rotación también… Haciendo que igual la duración de los días se vea afectada. ¿Este Eterno influiría tanto en nuestro día a día?

Tiamut alarga los días… Algo

Marvel tiró la piedra y escondió la mano con este ser celestial. Se ha recuperado para la Capitán América: Brave New World, pero tantos años en el universo Marvel y con tantas películas después de Eternals se ha obviado que hay un mamotreto de 500 km de alto en el océano Índico, y no, no me entra en la cabeza. Pero no estoy aquí para juzgar, sino para elucubrar la posible influencia de este gigante en el mundo.

El peso de este ser es desconocido, así que he supuesto una cifra un poco alocada de 1 trillón de toneladas. Un 1 y 21 ceros detrás y “toneladas”. Parece mucho, y lo es, pero es un 0,016% del peso de la Tierra. Al emerger en el océano índico la influencia de Tiamut en la rotación de la Tierra influye más que si hubiera emergido en el polo norte o sur y menos que si hubiera salido en el ecuador, ya que depende del eje de giro de la tierra y la posición de salida del celestial. Como curiosidad, os dejo aquí una pequeña tabla en la que, depende dónde hubiera salido Tiamut, hubiésemos tenido un día más largo o no.

Las cuentas que hay que hacer para llegar a esta conclusión las dejo en este link de mi perfil de Patreon, desarrolladas y de acceso libre y gratuito para todo el mundo.

El resumen es que, usando la propiedad de conservación del momento angular y teniendo en cuenta el ángulo de latitud en el que se puede encontrar el océano índico, Tiamut podría alargar la duración del día en la Tierra, como máximo, unos 36 segundos. Seguramente pensabas que un ser de proporciones bíblicas surgiendo de una parte de la Tierra tendría más repercusión en el día a día, y tienes razón, todos esperábamos algo más épico, como que la Tierra se desbalancease y acabase chocando contra la Luna y de refilón contra Venus, pero ojo, añadir 36 segundos más a la duración del día puede afectar considerablemente a las comunicaciones y satélites orbitando el planeta, de entre todas las posibles desgracias que puedan haber.

Puede ser una nimiedad para ti, que estás leyendo esto en el móvil y piensas ’ojalá saliera Tiamut de verdad para poder dormir 36 segundos más antes de ir a la oficina’, pero para muchos otros factores, como diría mi pareja en otros ámbitos de la vida; ‘esos 36 segundos son decisivos’.