Broncano rompe el miedo a traspasar la pared: 'La Revuelta' y sus continuas referencias a la competencia
Hace no tanto tiempo, las cadenas de nuestra televisión evitaban mencionarse las unas a las otras. Especial cuidado había que tener con sus invitados para que saliese de su boca el nombre de un programa 'enemigo'. Sin embargo, el que probablemente es el equipo más gamberro de nuestra pequeña pantalla actualmente, el de La Revuelta, ha roto todos los esquemas también en este sentido. Desde que Broncano y los suyos aterrizaran en Televisión Española, las referencias a la competencia son constantes, llegando a recrear incluso algunos momentos icónicos de los formatos ajenos. En las últimas semanas lo hemos visto con La Isla de las Tentaciones, reality que está cosechando grandes cifras en Telecinco y dando grandes momentos a los espectadores. El pasado 29 de enero, el presentador iniciaba un intenso debate con María, una mujer del público que ocupaba la famosa bañera del Teatro Príncipe de Gran Vía y gran seguidora del formato de Cuarzo Producciones. Juntos analizaban la trama: sus participantes favoritos, la desesperación de Montoya o la famosa frase de Alba y la nuca -seguidores de la Isla, lo entenderán-. Hasta le preguntaban a la invitada, la cantante Nia Correia, por su opinión al respecto. Esta misma semana, Jorge Ponce daba paso a las loterías con un sketch en el que imitaba el fenómeno Montoya. A punto de rasgarse la camiseta, el colaborador se enfrentaba a las imágenes de LalaChus y Quino -miembro del programa con el que él había quedado para echarse unas risas-. Entre carcajadas y miradas cómplices, la humorista le sugería apagar la luz para "reírse mejor". "¡Papafrita!", gritaba el malagueño, insulto que el participante utiliza a menudo para calificar a Manuel, el tentador con el que su pareja, Anita, le ha sido infiel. Sin embargo, todas estas referencias existen desde que el programa aterrizo en la televisión pública. Desde el primer momento, El Hormiguero y Pablo Motos estuvieron en la boca de presentador y colaboradores, pero, con el paso de las entregas, el nivel fue subiendo. Es más, el 9 de diciembre, y sin ningún tipo de reparo, el mismo Ponce hacía un repaso a lo que los espectadores podían encontrar en la televisión en ese mismo momento durante la emisión del Sorteo. "Durante los 75 segundos, los telespectadores pueden cambiar de canal e irse a otros programas", arrancó el humorista. "Si cambian de canal, se van a encontrar, por un lado, a Wyoming leyendo el teleprompter mientras piensa en otras cosas. Él ya tiene esa capacidad. Luego, en First Dates, seguramente haya dos góticos de Segovia sorprendiéndose los dos por ser de Segovia. En El Hormiguero ya no me pillo los dedos porque es un programa más grande, más complejo, muy cambiante. Yo creo que puede estar el invitado riéndose mucho por una cosa que han dicho las hormigas. O pueden estar cronometrando lo que tarda en caer desde un avión un camión cargado de mortadela italiana, y el camión lo conduce Tom Cruise. O tres, El Monaguillo está ahora enseñando una riñonera...
Hace no tanto tiempo, las cadenas de nuestra televisión evitaban mencionarse las unas a las otras. Especial cuidado había que tener con sus invitados para que saliese de su boca el nombre de un programa 'enemigo'. Sin embargo, el que probablemente es el equipo más gamberro de nuestra pequeña pantalla actualmente, el de La Revuelta, ha roto todos los esquemas también en este sentido. Desde que Broncano y los suyos aterrizaran en Televisión Española, las referencias a la competencia son constantes, llegando a recrear incluso algunos momentos icónicos de los formatos ajenos. En las últimas semanas lo hemos visto con La Isla de las Tentaciones, reality que está cosechando grandes cifras en Telecinco y dando grandes momentos a los espectadores. El pasado 29 de enero, el presentador iniciaba un intenso debate con María, una mujer del público que ocupaba la famosa bañera del Teatro Príncipe de Gran Vía y gran seguidora del formato de Cuarzo Producciones. Juntos analizaban la trama: sus participantes favoritos, la desesperación de Montoya o la famosa frase de Alba y la nuca -seguidores de la Isla, lo entenderán-. Hasta le preguntaban a la invitada, la cantante Nia Correia, por su opinión al respecto. Esta misma semana, Jorge Ponce daba paso a las loterías con un sketch en el que imitaba el fenómeno Montoya. A punto de rasgarse la camiseta, el colaborador se enfrentaba a las imágenes de LalaChus y Quino -miembro del programa con el que él había quedado para echarse unas risas-. Entre carcajadas y miradas cómplices, la humorista le sugería apagar la luz para "reírse mejor". "¡Papafrita!", gritaba el malagueño, insulto que el participante utiliza a menudo para calificar a Manuel, el tentador con el que su pareja, Anita, le ha sido infiel. Sin embargo, todas estas referencias existen desde que el programa aterrizo en la televisión pública. Desde el primer momento, El Hormiguero y Pablo Motos estuvieron en la boca de presentador y colaboradores, pero, con el paso de las entregas, el nivel fue subiendo. Es más, el 9 de diciembre, y sin ningún tipo de reparo, el mismo Ponce hacía un repaso a lo que los espectadores podían encontrar en la televisión en ese mismo momento durante la emisión del Sorteo. "Durante los 75 segundos, los telespectadores pueden cambiar de canal e irse a otros programas", arrancó el humorista. "Si cambian de canal, se van a encontrar, por un lado, a Wyoming leyendo el teleprompter mientras piensa en otras cosas. Él ya tiene esa capacidad. Luego, en First Dates, seguramente haya dos góticos de Segovia sorprendiéndose los dos por ser de Segovia. En El Hormiguero ya no me pillo los dedos porque es un programa más grande, más complejo, muy cambiante. Yo creo que puede estar el invitado riéndose mucho por una cosa que han dicho las hormigas. O pueden estar cronometrando lo que tarda en caer desde un avión un camión cargado de mortadela italiana, y el camión lo conduce Tom Cruise. O tres, El Monaguillo está ahora enseñando una riñonera...
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