Así puedes cultivar tu propio calabacín en macetas para tener una buena cosecha (también en interior)
Quien haya intentado cultivar calabacín sabe que no es precisamente la planta más discreta del huerto. Crece como si quisiera colonizar el balcón entero, con hojas del tamaño de un paraguas y flores que parecen salidas de una película tropical. Aunque parezca imposible, también es cierto que, con algo de maña, el calabacín se adapta sorprendentemente bien al cultivo en macetas. Sí, incluso en interior. Eso sí, exige más atención que una suculenta, y menos tolerancia al descuido que una planta de albahaca. La clave está en elegir la variedad adecuada, como las compactas tipo ‘Black Beauty’, y ofrecerle espacio suficiente para expandir sus raíces sin sentirse agobiada. Una maceta de al menos 30 litros marca la diferencia. En Directo al Paladar Podar hortensias sin matarlas en el intento: guía sin errores (ni dramas) La luz es un factor no negociable. Necesita entre seis y ocho horas de sol directo al día, así que si el salón parece más una cueva que un invernadero, habrá que reconsiderar el proyecto. Los calabacines sin sol crecen tristes, pálidos y sin sabor. El riego debe ser constante pero no excesivo. Las raíces odian estar encharcadas, pero tampoco soportan la sequía. El equilibrio justo es mantener el sustrato húmedo y añadir acolchado para conservar la humedad sin presión. Polinizar las flores a mano también es un gesto que puede marcar la diferencia si no hay insectos cerca. Bastará con un pincel pequeño y algo de paciencia. Las flores masculinas y femeninas se distinguen con un poco de práctica (y algo de Google). Asimismo, el abono semanal con fertilizante rico en potasio favorece la floración y los frutos. Y ojo con los pulgones, que se sienten igual de cómodos en interior que en exterior. Con los cuidados adecuados, la planta puede producir durante varias semanas. El truco es cosechar los frutos pequeños, cuando aún están tiernos, para estimular nuevas floraciones. Así, la fiesta continúa. Y, aunque no se conquiste el huerto desde el salón, al menos sí se consigue una tortilla con calabacín propio. Y esta no es poca victoria con una planta tan peliaguda. Foto | Kaboompics.com y Agung Sutrisno En DAP | Llega el momento de comprar plantel para tu huerto: cuánto escoger según el tamaño de tu terreno y lo que vayas a cultivar En DAP | Siete plantas para plantar ya mismo en tu jardín para mantener a raya los mosquitos este verano - La noticia Así puedes cultivar tu propio calabacín en macetas para tener una buena cosecha (también en interior) fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Joana Costa .

Quien haya intentado cultivar calabacín sabe que no es precisamente la planta más discreta del huerto. Crece como si quisiera colonizar el balcón entero, con hojas del tamaño de un paraguas y flores que parecen salidas de una película tropical.
Aunque parezca imposible, también es cierto que, con algo de maña, el calabacín se adapta sorprendentemente bien al cultivo en macetas. Sí, incluso en interior. Eso sí, exige más atención que una suculenta, y menos tolerancia al descuido que una planta de albahaca.
La clave está en elegir la variedad adecuada, como las compactas tipo ‘Black Beauty’, y ofrecerle espacio suficiente para expandir sus raíces sin sentirse agobiada. Una maceta de al menos 30 litros marca la diferencia.
La luz es un factor no negociable. Necesita entre seis y ocho horas de sol directo al día, así que si el salón parece más una cueva que un invernadero, habrá que reconsiderar el proyecto. Los calabacines sin sol crecen tristes, pálidos y sin sabor.
El riego debe ser constante pero no excesivo. Las raíces odian estar encharcadas, pero tampoco soportan la sequía. El equilibrio justo es mantener el sustrato húmedo y añadir acolchado para conservar la humedad sin presión.

Polinizar las flores a mano también es un gesto que puede marcar la diferencia si no hay insectos cerca. Bastará con un pincel pequeño y algo de paciencia. Las flores masculinas y femeninas se distinguen con un poco de práctica (y algo de Google).
Asimismo, el abono semanal con fertilizante rico en potasio favorece la floración y los frutos. Y ojo con los pulgones, que se sienten igual de cómodos en interior que en exterior.
Con los cuidados adecuados, la planta puede producir durante varias semanas. El truco es cosechar los frutos pequeños, cuando aún están tiernos, para estimular nuevas floraciones. Así, la fiesta continúa.
Y, aunque no se conquiste el huerto desde el salón, al menos sí se consigue una tortilla con calabacín propio. Y esta no es poca victoria con una planta tan peliaguda.
Foto | Kaboompics.com y Agung Sutrisno
En DAP | Siete plantas para plantar ya mismo en tu jardín para mantener a raya los mosquitos este verano
-
La noticia
Así puedes cultivar tu propio calabacín en macetas para tener una buena cosecha (también en interior)
fue publicada originalmente en
Directo al Paladar
por
Joana Costa
.