Arkano suma a su cambio físico un nuevo reto, estar un año sin beber alcohol: "Puedo ejecutar mi arte sin ninguna sustancia"

Arkano ha tomado una drástica decisión para cambiar de vida totalmente. Y es que, además de estar centrado en mejorar su dieta y su forma física por el efecto rebote de Supervivientes, ha decidido dejar de beber alcohol y drogas porque se ha dado cuenta de las "trampas mentales" que se hacía con estas sustancias.

Tras concursar el año pasado en el reality de Telecinco, en el que perdió 20 kilos, el músico aseguró que se había relajado y ahora había aumentado de peso, algo que demostró enseñando su cuerpo sin camiseta. Pero actualmente está centrado en comer mejor y en hacer rutinas de gimnasio para volver estar en forma.

Pero sus nuevos hábitos, los cuales enseña en redes sociales, no quedan ahí, pues también está compartiendo el reto de estar "365 días sin beber alcohol".

"He tomado la decisión de estar un año entero sin beber alcohol y obviamente, sin tomar drogas también", señaló en Instagram, pues se había dado cuenta de que a veces pactaba consigo mismo y se hacía "trampas mentales" para beber.

"Me he dado cuenta de que el alcohol me frena en mi vida, tanto a nivel intelectual como a nivel físico, y que me quita vida", defendió el rapero, quien aseguró que, con los años, había creado la rutina de salir al escenario tras tomarse una cerveza "para estar más suelto y más libre", algo que le entristece: "No puede ser que la ejecución de mi arte dependa de una sustancia".

Ahora, según muestra en sus vídeos diarios, se enfrenta a encontrarse cervezas en la nevera del camerino, pero consigue sobreponerse a esa necesidad para estar mejor.

"Si tengo que salir triste, saldré triste, si tengo que salir cansado, saldré cansado. Pero saldré con mi estado real", reconoció el artista, "muy contento" de poder demostrarse a sí mismo que puede "ser profesional" y "ejecutar su arte sin necesidad de ninguna sustancia".

Arkano confesó en una de sus últimas publicaciones, el octavo día sin beber, que le había sido complicada la abstinencia, pues tuvo problemas personales y sabía que si se tomaba "una cerveza, el dolor se anestesiaría".

Afortunadamente, no lo hizo. "Tuve ganas de beber, se me pasó por la cabeza, pero no lo hice", sostuvo. "Hay otras formas de solucionar las crisis".