Ancelotti quería seis millones netos y tenía seis millones netos

Ha sido interesante y revelador seguir el juicio a Carlo Ancelotti, acusado de fraude fiscal. Ayer la vista quedó vista para sentencia, con las conclusiones finales de las partes que no aportaron más de lo que dijo el entrenador del Real Madrid en su declaración. La Fiscalía le pide más de cuatro años de cárcel y más de tres millones de euros por haber defraudado más de un millón de euros a Hacienda, en los años 2014 y 2015, en su primera etapa en el Real Madrid. Ancelotti levantó la ceja y dijo que él hizo lo que le dijeron sus asesores (británicos) y el Real Madrid. Dijo no saber nada de la empresa que montaron para ahorrarse tributar el 15% de su sueldo, que quedaba disfrazado como rendimiento de derechos de imagen. La justicia dirá, finalmente, si cometió o no fraude el elegante entrenador del Real Madrid. Que él negara, del derecho y del revés, saber que cometía un fraude no le exonera de haberlo cometido. Nunca hemos visto a los gestores siendo multados o encarcelados por un mal consejo o por un asesoramiento que va en contra de las obligaciones tributarias del contribuyente. Por lo tanto, si hay condena, quién lo pagará y cumplirá será el acusado. Aquí no se juzga ni al gestor ni al propio Club, sino a Carlo Ancelotti, al margen de su cargo y de su simpatía. Lo más significativo de su declaración nos demuestra como funciona el mundo del fútbol, en la élite. Sobre la fórmula de cobrar una parte en derechos de imagen, Ancelotti dijo ante el juez: “Jamás pensé que fuera un fraude (…) A mi solo me importaba cobrar seis millones netos. Yo quería seis millones netos y a final de temporada tenía seis millones de euros netos”. Chin pum. Pues ya está. ¿Impuestos? Que se encarguen los asesores de estas minucias.

Abr 4, 2025 - 08:49
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Ancelotti quería seis millones netos y tenía seis millones netos
Ha sido interesante y revelador seguir el juicio a Carlo Ancelotti, acusado de fraude fiscal. Ayer la vista quedó vista para sentencia, con las conclusiones finales de las partes que no aportaron más de lo que dijo el entrenador del Real Madrid en su declaración. La Fiscalía le pide más de cuatro años de cárcel y más de tres millones de euros por haber defraudado más de un millón de euros a Hacienda, en los años 2014 y 2015, en su primera etapa en el Real Madrid. Ancelotti levantó la ceja y dijo que él hizo lo que le dijeron sus asesores (británicos) y el Real Madrid. Dijo no saber nada de la empresa que montaron para ahorrarse tributar el 15% de su sueldo, que quedaba disfrazado como rendimiento de derechos de imagen. La justicia dirá, finalmente, si cometió o no fraude el elegante entrenador del Real Madrid. Que él negara, del derecho y del revés, saber que cometía un fraude no le exonera de haberlo cometido. Nunca hemos visto a los gestores siendo multados o encarcelados por un mal consejo o por un asesoramiento que va en contra de las obligaciones tributarias del contribuyente. Por lo tanto, si hay condena, quién lo pagará y cumplirá será el acusado. Aquí no se juzga ni al gestor ni al propio Club, sino a Carlo Ancelotti, al margen de su cargo y de su simpatía. Lo más significativo de su declaración nos demuestra como funciona el mundo del fútbol, en la élite. Sobre la fórmula de cobrar una parte en derechos de imagen, Ancelotti dijo ante el juez: “Jamás pensé que fuera un fraude (…) A mi solo me importaba cobrar seis millones netos. Yo quería seis millones netos y a final de temporada tenía seis millones de euros netos”. Chin pum. Pues ya está. ¿Impuestos? Que se encarguen los asesores de estas minucias.

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